Fundamento
Cuando se añade a la leche una cierta
cantidad de alcohol etílico se produce una deshidratación, parcial o total, de
ciertos coloides hidrófilos, que puede desembocar en su desnaturalización, y
con ello a la pérdida de su equilibrio y floculación. Este resultado sólo se alcanza
con un cierto grado alcohólico de la mezcla final, por debajo del cual las
leches térmicamente estables no floculan, mientras que la leche anormal, esto
es la térmicamente inestable, flocula. Todo sucede como si existiera un
paralelismo entre la resistencia al calentamiento y la estabilidad en presencia
del alcohol. Es posible, por consiguiente, traducir en grado alcohólico la
resistencia necesaria a un procedimiento dado de calentamiento. Por lo que
todas las leches estables en presencia de esta cantidad de alcohol resistirán
el calentamiento correspondiente.
Basándose en este principio se ha
ideado un método simple de control o de selección, que consiste en mezclar de
golpe volúmenes iguales de leche cruda y de una solución acuosa de alcohol
etílico de concentración conocida. La elección de esta última varía según la
modalidad de calentamiento (pasterización, esterilización, etc.) a que ha de someterse
la leche. La mezcla se agita en frío y se observa, preferentemente después de haberla
extendido sobre una superficie de color oscuro o negra. Si no se produce
floculación alguna, la leche resistirá perfectamente el calentamiento
correspondiente al grado de la solución alcohólica. Si se observa floculación,
la leche no se mantendrá estable durante el calentamiento. La concentración de
la solución alcohólica, generalmente fijada a 68% cuando se ensayan leches para
la pasterización, y debe elevarse hasta 72° o más (a veces hasta 74°) cuando se
trata de seleccionar leches para la esterilización. La mayor frecuencia de reacciones
positivas con leche normal, excluye el empleo de etanol más concentrado para realizar
esta prueba.
Material
· Pipetas de 2 mL y de 5 mL.
· Tubos de ensayo de 10 mL.
Reactivos
· Alcohol de 68° (se prepara llevando
72 mL de alcoh ol etílico neutralizado de 95° hasta
100 mL con agua destilada).
· Alcohol de 72° (se prepara llevando
76 mL de alcoh ol etílico neutralizado de 95° hasta
100 mL con agua destilada).
Procedimiento
· Poner en dos tubos de ensayo 2 mL de
leche y añadir 4 mL de alcohol a 68° y de alcohol 72°, respectivamente.
· Una vez cerrado invertir varias
veces el tubo de ensayo para permitir una buena homogenización de la muestra.
Observaciones e
Interpretación
Las leches ácidas inestables en
presencia de calor, se coagulan en la prueba del alcohol. Las leches con un
equilibrio salino incorrecto o al menos la mayoría de éstas, se coagulan en las
mismas condiciones. Conviene sin embargo, subrayar que el paralelismo entre la
estabilidad térmica y la inestabilidad en presencia del alcohol sólo se da en
el caso de leches cuyo equilibrio salino queda destruido por un exceso de
cationes (particularmente leches demasiado ricas en calcio). En cambio, las
leches cuya inestabilidad térmica depende de un exceso de aniones se mantienen
estables en la prueba del alcohol, pero estas leches son sumamente raras y en
la práctica puede utilizarse esta prueba para eliminar aquellas con un
equilibrio salino incorrecto. Las leches que contienen un exceso de albúmina
por causas fisiológicas (como por ejemplo los calostros) ó patógenas (en el
caso de las mastitis), se coagulan siempre cuando se les añade alcohol, incluso
cuando su equilibrio ácido-base es normal y cuando no han sufrido fermentación
láctea.
Aunque no existe siempre una
correspondencia absoluta entre la inestabilidad térmica y la inestabilidad al
alcohol (ya que se trata de procesos diferentes), esta prueba permite descubrir
una gran mayoría de las leches que no podrían soportar el calentamiento en general
ni la esterilización en particular, ya que incluso algunas muestras de leche
fresca, normales en todos los aspectos dan a veces un resultado positivo.
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